Techos de policarbonato
Cerrar adecuadamente un espacio, protegerá el interior de la casa del frío, el calor o la humedad. De este modo, se obtendrá una mayor eficiencia energética, traducida en mayor ahorro en la factura del gas, la electricidad o el aire acondicionado. Además, los edificios cuya eficiencia energética es mayor, son más valorados y por tanto tienen más posibilidades desde el ámbito de los negocios inmobiliarios.
En todo caso, los usuarios merecen disfrutar de estructuras de aislamiento que no solo sean eficaces, sino también estéticas. Es el caso del policarbonato. Se trata de un producto fabricado a partir de carbonato y polímeros, un producto que es moldeado muy fácilmente; su ductilidad hace que sea apropiado para adaptarse a muchas formas. Es fácil de trabajar y se adapta a cualquier espacio, personalizándose. Una vez preparado para instalar, es un material extraordinariamente resistente.
Quizá esta es su principal ventaja, una resistencia que lo hace indeleble a impactos de todo tipo. Hay otras muchas ventajas de los cerramientos y techos de policarbonato, como su capacidad translúcida. Cuando los inquilinos desean reconvertir espacios, nada mejor que aprovechar terrazas, porches o galerías traseras que nunca se utilizan en invierno. Al ser el policarbonato translúcido, deja pasar la luz solar, pero sin embargo evita la entrada del frío o el calor.
Además es un aislante eléctrico muy efectivo. Las placas de policarbonato y todos los accesorios para su correcto montaje deben ser tratadas por especialistas de los cerramientos. El personal cualificado también le informará sobre las diferentes comparativas entre los materiales para cerramientos, sean policarbonato, vidrio, panel de sándwich, aluminio, PVC u otros que pueden ser la solución para determinados inmuebles.